lunes, 26 de abril de 2010

La saudade de Andrea Cabel

Andrea Cabel (Lima, 1982) comparte con nosotros en "oh, palabras vírgenes" poemas de su "plaquette" Uno rojo que publicó el año recien pasado la Colección Underwood de la Pontificia Universidad Católica del Perú; además de un texto que publicara en la Revista Fórnix, del poeta Renato Sandoval.
Sin duda, y como lo hemos conversado con otros poetas de su generación, Andrea Cabel tiene un manejo inteligente y tenso del idioma y su poesía es realmente de las mejores que se vienen trabajando entre los jóvenes peruanos.
Lo mas pronto posible tendremos una entrevista con la poeta así como poemas recien publicados por ella en la prestigiosa revista limeña Hueso húmero.



el once

los padres no existen, son viejas armas de guerra, excusas falsas para evadir la sensación
de estar solos. los aeropuertos repletos de gente, las ventanas abiertas gritando
corrientes infinitas de aire. un estómago que corre y se sostiene apenas, grita y gime
escondido en sí mismo. no te vayas nunca, no te vayas nunca. un estómago que araña su textura, su manía de latir hacia el cielo. la inmensa bóveda de soledad se abre en dos, en
tres, no te vayas nunca, me quedo contigo, la cama se hace dos veces ella, no te vayas
nunca once veces caminaré la misma vereda roja, roja de azúcar y distancia.




después de todo, ¿qué saben del adormecimiento? nadie siente las piernas como las
siento yo. llenas de ventanas, borradas de sueño, arrojadas en palabras a desteñirse sobre
el océano. quién se hincha de distancia y brilla penitente esperando una escama, un
nombre de muerte, una llama recién nacida, diaria, resuelta. quién desaparece buscando
un lado igual, una antigua imperfección. quién deshace el incendio y se hace rectángulo,
garganta, puerta.




saudade

se llenan tus ojos amplios, tu voz de animal encerrado. silenciosa lágrima tornasol,
quédate toda la noche y respira en mi espalda, dime que el espacio no son rostros, no
son dientes o jaulas que giran y permanecen. acerca la voz de esos pájaros libres,
sobrepasa la sensación de prestigio, de estirpe, quédate mordiendo la materia agria de
estar sola, de estar tantas veces tan sola.


(Poemas tomados de la "plaquette" Uno rojo. Lima, 2009. Colección Underwood. Pontificia Universidad Católica del Perú)




una mujer de lunares azules


tus brazos no tienen rumbo, son llaves abriendo la fruta. tus piernas, secretas orillas que
vuelven anchas aguas en tempestad. un hombro de luna que alcanza el cielo y deshoja la
calma. todas las paredes de casa, transparentes, llenas de sombra y sol miran perfectas
las huellas del agua pateando los bordes. podría llenar mi alma de cosas nuevas, de
estrellas y color morado. seríamos para siempre, un puñado de aves que inunda y
encierra, seríamos entonces, tacto y sospecha simulando aleteo, escama, naufragio.


(Poema tomado de la revista Fórnix, 2007)



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