El humo del café, las conversaciones sobre poesía, la interconexión entre los que escribíamos, el salón del taller de poesía de la Universidad de Lima, las películas ante la ventana indiscreta de la vida, la diversidad y el diálogo por sobre todas las cosas. La voz de Renato Sandoval ante el devenir del tiempo, la melodía del tango Volver; de cara a la gentil atmósfera.
Vaivén poético, de un lado a otro, por voces que habían empezado a imprimir particulares formas de ampliar el mundo. Recordar y vivir los rostros de cada uno de los que participaron en el primer encuentro poético del 2000, resulta difícil; a estas alturas, la memoria está compuesta de imágenes y la poesía suspende al cielo, sostener su andanza sería limitarla a una fecha y a los nombres de todos aquellos que de alguna forma participaron en la construcción de los estilos diversos, me quedo con la imagen de la Torre de Babel, a fin de cuentas; la mecánica de Facebook resulta tentadora, aglomerarlas ; constituir no una, sino muchas voces. El Club de la Serpiente fue un grupo que pretendió emular a sus personajes ficticios. Sociedad elefante, un grupo ávido de publicaciones, Coito Ergo Sum; un grupo caracterizado por su disposición a la lectura reflexiva; éstas son algunas definiciones de los grupos sanmarquinos asistentes. Nunca tengan fe en la exactitud de lo supuestamente establecido, lo único que a todos nos unía y unirá será la poesía y punto, las cervezas y los cafés empiezan a tener un efecto doppler o el efecto de la descomposición del sonido, el cielo metálico de Lima no distingue la exactitud cronológica; el sol de Lima agazapa su brillo, visualiza el mar desde cualquier lado, el mar será siempre, el mar.
Mayo. Junio. Julio. Agosto. Septiembre. Octubre. Noviembre. Diciembre. Adivina en qué mes se organizó el particular encuentro, desplazar el tiempo a la búsqueda del tiempo perdido. Ishmael sube su equipaje al barco que lo llevará hacia nuevos desvíos, poesía que habla de sí misma, metapoesía. Dos integrantes de un grupo poético publicaron sus libros, financiaron sus respectiva producción a punta de trabajo esforzado, ambos hablan de un mundo hostil y sin forma; tres integrantes comen trigo, cuatro; se balancean en la tela de una araña y así sucesivamente, el siglo XXI nos traga. Las tardes de lectura al centro del Cusco ante el ocaso de un viejo tiempo, sólo palabras circunstanciales que atraviesan los planos temporales, saetas voladoras y zas el motociclista escapa del terremoto a toda velocidad con la chica linda que se agarra con todas sus fuerzas a la espalda. El arte ha quedado en la memoria, construir el museo imaginario, el desafío. Observar al mundo desde todos los puntos de vista, imposible; quizás, si nos encontráramos en los panópticos, seríamos acuciosos .Sólo somos presa de nuestras circunstancias, por tanto, si quisiéramos agrupar por generación textos escritos en un determinado período sería cercar lo conocido. Un punto crítico dinámico, sería considerar los textos como un continuo ad infinitum y una prolongación de las propuestas estéticas anteriores. Sólo así podemos conversar con la poesía. Generación poética del milenio, ambición sin freno, creo en los escritores que murieron con una obra incompleta; en este momento han de pensar cómo venir al mundo para escribir líneas que nunca escribieron, como el intento vano de la indefinición de la generación.
Vaivén poético, de un lado a otro, por voces que habían empezado a imprimir particulares formas de ampliar el mundo. Recordar y vivir los rostros de cada uno de los que participaron en el primer encuentro poético del 2000, resulta difícil; a estas alturas, la memoria está compuesta de imágenes y la poesía suspende al cielo, sostener su andanza sería limitarla a una fecha y a los nombres de todos aquellos que de alguna forma participaron en la construcción de los estilos diversos, me quedo con la imagen de la Torre de Babel, a fin de cuentas; la mecánica de Facebook resulta tentadora, aglomerarlas ; constituir no una, sino muchas voces. El Club de la Serpiente fue un grupo que pretendió emular a sus personajes ficticios. Sociedad elefante, un grupo ávido de publicaciones, Coito Ergo Sum; un grupo caracterizado por su disposición a la lectura reflexiva; éstas son algunas definiciones de los grupos sanmarquinos asistentes. Nunca tengan fe en la exactitud de lo supuestamente establecido, lo único que a todos nos unía y unirá será la poesía y punto, las cervezas y los cafés empiezan a tener un efecto doppler o el efecto de la descomposición del sonido, el cielo metálico de Lima no distingue la exactitud cronológica; el sol de Lima agazapa su brillo, visualiza el mar desde cualquier lado, el mar será siempre, el mar.
Mayo. Junio. Julio. Agosto. Septiembre. Octubre. Noviembre. Diciembre. Adivina en qué mes se organizó el particular encuentro, desplazar el tiempo a la búsqueda del tiempo perdido. Ishmael sube su equipaje al barco que lo llevará hacia nuevos desvíos, poesía que habla de sí misma, metapoesía. Dos integrantes de un grupo poético publicaron sus libros, financiaron sus respectiva producción a punta de trabajo esforzado, ambos hablan de un mundo hostil y sin forma; tres integrantes comen trigo, cuatro; se balancean en la tela de una araña y así sucesivamente, el siglo XXI nos traga. Las tardes de lectura al centro del Cusco ante el ocaso de un viejo tiempo, sólo palabras circunstanciales que atraviesan los planos temporales, saetas voladoras y zas el motociclista escapa del terremoto a toda velocidad con la chica linda que se agarra con todas sus fuerzas a la espalda. El arte ha quedado en la memoria, construir el museo imaginario, el desafío. Observar al mundo desde todos los puntos de vista, imposible; quizás, si nos encontráramos en los panópticos, seríamos acuciosos .Sólo somos presa de nuestras circunstancias, por tanto, si quisiéramos agrupar por generación textos escritos en un determinado período sería cercar lo conocido. Un punto crítico dinámico, sería considerar los textos como un continuo ad infinitum y una prolongación de las propuestas estéticas anteriores. Sólo así podemos conversar con la poesía. Generación poética del milenio, ambición sin freno, creo en los escritores que murieron con una obra incompleta; en este momento han de pensar cómo venir al mundo para escribir líneas que nunca escribieron, como el intento vano de la indefinición de la generación.
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