¡oh, palabras vírgenes!
........................................................................ poesía peruana .....................................................................
viernes, 8 de julio de 2011
Cuatro Poemas recientes de Miguel Ángel Sanz Chung
Presentamos cuatro poemas recientes del poeta peruano Miguel Ángel Sanz (Lima, 1979) quien acaba de publicar dos poemarios conjuntos titulados Casa abandonada y La casa amarilla (Lustra, 2011). Los primeros dos poemas incuidos en esta nota (Lavandería y Salón) pertenecen al primero de ellos y los dos siguientes (El estudio y La silla) pertenecen al segundo volumen. Un gran poeta a tener en cuenta. Esperamos pronto incluir una entrevista con el autor sobre estos dos nuevos libros.
LAVANDERÍA
La canción se cuela por el hueco de la ventana
y penetra con su estilete mis oídos
Es el canto de las ninfas quejándose
en el fondo del lago
Y yo asomo la nariz a través del espejo
para rescatar sus espíritus
Sin saber nadar traspaso las puertas para enfrentarme
a abisales ajenos
La canción de la sirena inunda el universo
y a mí se me caen los brazos sobre las montañas
de trapos
Ahí están mis manos
sumergidas en la boca de la bestia
jugando con sus dientes
dando vueltas en el remolino de su garganta
Ahí están mis dedos
escurriéndose a través del rodillo
exprimiendo las lágrimas sobre los baldes agrietados
Si pudiera
te gritaría que prefiero el bullicio del agua cayendo
como un torrente en el lavabo
al calor de tu voz tocando cada nota del desamparo
¿Es que acaso no te has visto las manos inflamadas
mientras las golpeas una y otra
vez contra la piedra?
¿Es que no ves tus propios dedos retorciéndose
como raíces bajo el agua?
¿A dónde miran tus ojos si no a su cuerpo
que se consume?
¿A dónde los has enviado mientras te pierdes
cantando a la cuna con mortaja?
¿No ves que de este lado
tu cuerpo ya me pesa demasiado?
Tus tobillos se me resbalan de las manos
y a ti no te importa levitar sobre mis ojos que te gritan
Ya no vuelvas si decides quedarte en esa estrella
No traigas otra vez el mismo rito desquiciado
SALÓN
El fuego dura lo que dura la leña
lo que dura la lengua agitándose bajo la araña que
cuelga del techo
Pero el humo permanece para siempre
echa raíces bajo los muebles
crece como enredadera y se trepa por las paredes
cubre los libros con un velo imperceptible y los hace
suyos los hace de la asfixia y
de la muerte
Viene el humo como niebla pasajera
manto húmedo que acompaña a la madrugada en
medio del bosque
Pero la nube negra llega para quedarse
con su tormenta con sus relámpagos
con sus estruendos
llega para ensañarse con mi frente
con mi voz que escupe semillas secas flores de
plástico marchitándose en la punta de
mi lengua
Bajo los ojos de humo
bajo las bocas como calderas
en el centro del universo sobre el parquet del suelo
comencé mi aprendizaje de ovillo
de insignificante cochinilla de tierra que
atraviesa los parques
preparado siempre para la esfera
para entregar el lomo y morderme el vientre
para decirme si mis ojos no se topan con sus ojos
la vida pasará desapercibida
A ese humo inevitable que me creció
de la nariz hacia dentro
que de cuando en cuando me araña los pulmones
y la boca del estómago
le he encontrado otro humo que le silencia
que hace guardia a las puertas del infierno
He apilado todos mis papeles por millares
y cuando el alma me lo grita los incendio
Ya no escatimo fuego sobre el mundo
en medio de mi hogar la fogata se enciende
cuando quiero
Ya sé que el aire no da para tanto
y que el oxígeno se acaba con el tiempo
pero en mis manos el hedor se ha vuelto aroma
y la muerte será placentera
EL ESTUDIO
De nuevo te ves arrojado
sobre el sofá ennegrecido.
Donde sea que mires
los objetos que te rodean
te observan con recelo.
Los libros que tanto añoras
se apiñan frenéticamente,
aguardando, temerosos,
tu próximo movimiento.
Con los ojos inyectados
repasas la superficie de todas las cosas,
una y otra vez frotas con la mirada
la piel de esos cuerpos reticentes,
infinitamente lejanos por voluntad propia.
Sin desearlo,
contaminas cada uno de ellos con rabia uniforme:
la silla, la lámpara, los cuadros
agachan la cabeza
con la misma expresión de animales desollados;
las paredes mismas se tiñen ahora de escarlata,
líquidas y jadeantes se derraman
hasta volcarse por completo sobre el suelo.
Cualquier nuevo intento es vano,
toda acometida repercute de la misma forma,
con los rostros de las fotografías pataleando bocarriba,
ahogándose en el océano de su propia saliva.
Ni los papeles que solían esperarte,
sobreponiéndose a toda medida del tiempo,
ahora pueden soportar tu peso redoblado:
donde debiera correr la tinta de extremo a extremo,
manchas rojas que se multiplican
por el goteo liberado en la yugular del techo.
Olvídate entonces de buscar
algo que aún se yerga lejos de tu influjo.
Y sobre todo,
cuida de no dar un paso más hacia el escritorio,
que de todos los seres desangrados
él es el que lleva
las huellas más flagrantes de tus manos.
LA SILLA
No importa cuántas veces
atraviese el océano como un fantasma
para intentar renacer
bajo el techo de cualquier habitación abandonada,
mi cuerpo está aquí,
ocupando un lugar sobre esta silla,
apoyando todo su peso
sobre estas cuatro patas
que son también mis propios miembros
de animal estacionario.
Mientras permanezca aquí
nada podrá impedir
que de la planta de mis pies
las raíces se multipliquen
para perderse bajo el suelo,
y que el sopor llegue para aplacar
cualquier amago de rebeldía
con un toque sobre los párpados
y una desaparición de prestidigitador.
Dentro de estos sueños repentinos
los antiguos rincones
ya no se distinguen demasiado de esta habitación,
y los rostros familiares
se difuminan con la niebla
de aquella lejana ciudad que intento alcanzar.
Sobre la madera de esta silla
los salvajes impulsos que me asaltan a diario
se reducen a un leve cosquilleo
que una nueva postura termina por aliviar.
Levanto mi cuerpo cuantas veces deseo
y señalo al horizonte que me arrastra.
Después de luchar durante horas
contra la vista del mar,
vuelvo como siempre a la isla más cercana.
jueves, 9 de junio de 2011
Poemas de Grisente, poemario inédito de Salomón Valderrama
Salomón Valderrama (Chilia, 1979), es autor de Amórfor (Sol negro editores, 2008), Nigrublancu (Sol negro editores, 2011) y Grisente, poemario inédito del cual presentamos algunos avances en !Oh, palabras vírgenes! Tambien ha publicado en revistas de poesía como Atril (Salamanca), Galerna (New Jersey), Aquilón (Mexicali, Baja California), Telúrica y magnética (UNMSM) y LetrasS5 (Santiago de Chile). Antologado en Poesía Perú Siglo XXI (Fundación Centro Cultural Yacana, Lima, 2007), Nueva Poesía Hispanoamericana (Lord Byron ediciones, Madrid, 2008), 2+ No Antología No Contemporánea de los Poetas Amigos y en(EstaNoEsUnaPutaEditorial, Lima, 2008).
Sueño del divino llegar
Vuelven los días el Cielo vivo llora
Los elementos la destrucción sin alcance
El mismo útero del tiempo mismo
En su Cielo que pánico elevó la gran meretriz
El Sol cada noche imaginario ríos conduce
El vientre negro de la luna lleva la unión
Tiempo su protección de Dios invisible
Uno mismo ido solo por parte de paisajes
Sueño del divino llegar más vida ve
Sin peso en la separación su carne flote
Brisa helada en su cuerpo unido cubra
La aceptación sola de su encallamiento
La hoja viva por pecar pronta besa al hijo
Perlas de fiestas invaden su espacio limpio
Ad marginem del día perfecto
Ad marginem del día perfecto la tentación
Vuelo de la forma nada su bestia de éter
Los cuerpos temen su extensión de fuerza
Extraña que no acaba que no vence nada
Del misterio mayor de fecundidad incrustada
De lo profundo desde lo muerto se navega
En jaulas que acantilan la angustia redonda
Sombra de la delicia todo escapado
De jungla todo de persona o mundo
Supremo por fuera juegas la alegría final
Calla el Cielo igual ternura que devasta
No amas nunca todo de estigma el ojo de océano
El crepúsculo de existir solamente muerto
Que rescata la mente del Cielo borrado
Del murmullo amanecer de voz de mito que opaca
El espacio de aguas inertes
Todo del agua este paisaje de formas eres
La Tierra labio de la ventana matada en oír
Abrirte amante en vuelo lascivo por el discurrir
De albo en noches que nacen detrás de lo no vivo
La Nada toca el insulso vivo terror de las aguas
El espacio de aguas inertes se caza en manchas
Se espacia la muerte vista colorida de ausencia
La carroña lumínica en la esfera de agua encerrada
El divagar el vivir la gran bestia del gran jardín
Derramen las ninfeas frías su centro al líquido
En vano el propio día fluya mate su vida parca
Pecho al Sol exista el abrazo del aire
Los escombros viven en su mar que arde
De locura de ayuda que flor bella busca
Cómo cae la vida del árbol
Cómo cae la vida del árbol
Atrapado cae algún pájaro solo
Se detiene oscuro obscuro vuela
Más alto más alto vuela algún astro
Atrapado ya no solitario se eleva
Otro astro se eleva otros pájaros solos
Cómo cae la vida del árbol
Se detiene en el vuelo otro pájaro
Aletea fuente aletea salvaje
Otro astro juego con luces soñando
La vuelta el mundo el inicio
Se detiene el mundo por verlo
Otro astro otro mundo imperfecto
El destierro
A Emilio Adolfo Westphalen
Portal de los soles
De la nada mordida
Giran los espacios organizados
La variedad del refinamiento subyuga los objetos
Que tácitos convergen todos los centros
Se asimila sombra precisa
Elementalidad del blanco sobre la materia
Naturalezas muertas monumentales
La dinámica negra de los pájaros lo esencial que aletea
La Teogonía se simplifica por signos por apareamientos lineales
El exterior de la flor abordada en otoño
La concordancia que libera la fuente la idea del alejamiento
Extraordinaria ficción del ingenio de la piedra negra
Nadie más nativo…
A José María Arguedas
De tiempo muerto abrazado
El sol de mármol negro
Nadie más nativo nadie más líquido
Que los pájaros del auxilio
Las edades lo nunca comenzado
El espacio irresistible de la diosa soledad primera
Es sombra el que reconoce su santuario
Los frutos de lo irreconciliable
La concreción está blanca como la naturaleza muerta
Las vírgenes tangibles la fidelidad deriva otra materia
La música negra todo temblor la víctima
El elogio de la muerte está sellado
Están las soledades prófugas el imperio irreconocible
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martes, 24 de mayo de 2011
Dos poemas inéditos de Alberto Valdivia
Esta tarde en ¡Oh, palabras vírgenes! tenemos dos
poemas inéditos de Alberto Valdivia (Lima, 1977)
jóven poeta peruano quien, además de dedicarse a la poesía, comparte su tiempo con el ensayo y la promoción cultural.
So obra poética consta de tres libros publicados: La región humana (Fondo Editorial del Banco Central de Reserva del Perú, 2000), Patología (Osis editores, 2000; y Editorial Nido de cuervos, 2004) y Entre líneas púdicas (antología de poemas no publicados en libro 2000-2008) (Ediciones Lustra, 2008 / Colección Piedra/Sangre de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo AECID).
Ella asciende a las alturas
Love is not love
William Shakespeare
Love is not love
William Shakespeare
Te conozco y detrás
de esta ignorancia está la ruta / definida
la dirección de mi proyecto / y tu rúbrica
en el doblaje de tu cuerpo
cuando cae
y desde las alturas de mi casa produce otra morada.
Desconocida como la mujer / estás
siempre más alta / en el estiramiento de mis manos
mirándote hacia arriba
subir mis escaleras
disimular los tropiezos / evitar el paso en falso
que produzca perderte soberana de mi carne.
La mujer es el misterio de lo alto / y tú
caes a diario para mostrar el precipicio
empujar mi paso a la cornisa
dirigir el equilibrio / paladear entrambos la muerte
que nos sopla desde abajo en turbulencia.
La mujer es el misterio desde lo bajo
que asciende / a ejercer el coito sobre el sexo
a suspender las leyes eróticas en ingravidez
y con su cuerpo demoler las actas de mi testimonio.
No estás detrás de ese arriba / no estás oculta debajo
de mi delante /
dentro de mi cuerpo has dejado tu mapa y tu proceso
subida y bajada en ascenso en empuje en revés
descifra mi cuerpo lo que mi mente rehúsa
y un dios de entre las gotas de tu humedad resuelve tu ética.
¿Cuánto requiere amor para ser partícula de aire que duele y penetra /
Cómo es un cuerpo uno y un cuerpo de uno / el referente
No está el ejercicio de tu sexo en donde el sexo lubrica esta mano
No está la mano hecha para tu sexo diurno, horario y secreto
Quién es el que penetra en tu seno su dimensión de hombre / él
ella / yo / los tantos
o la línea humana que surge de un cuerpo no exclusivo?
La mujer es desde abajo el misterio de aquello arriba
y yo no puedo evitar mirar / levantar el rostro
enajenar el cuerpo y rendir culto / en ese subir y bajar
cultivar a dios en la espesura de mi tacto
que toca tu vientre extenso.
En mi mano se desliza con deseo tu rostro oculto
y de tu más obvia oquedad / gotea de ti la savia / no observo
la concentración de hombres en la mucosa supera las dimensiones de mi piel
(y liana) inútil en mi caída
No eres / pero aprendo / estás en tu cuerpo
alta / noche y luna
asciendes / terrestre / desde el tiempo de los hombres
desde el espacio diseñado
a tu cuerpo exacto
sin referencia ni contacto / mujer de cuerpos imposibles de poseer
estás dentro de ti
y nosotros conformamos el paisaje.
Educación sentimental en las calles de Lima
a la gaélica Sìle,
pues tu imagen instruye a los monstruos
Escrito está en mi alma vuestro gesto
Garcilaso de la Vega
Longa la noche y cuán frío el despertar.
Es julio y una carta llega desde el futuro a leer mis manos hoy.
En el fondo de ese pozo de cielo gris
están tus ojos. Su verdor es gris en la calle
y retrasa las horas
mis pies adelante van de mí mismo / mi espalda
los ojos míos fijos en mi nuca dolorosa / esas dos manos blancas
que rápidas cruzan el puente Tingo María.
“Sígueme”. Yo te sigo
y aprendo: tu mirada no desea el amor a pie
ni en el delgado roce de la garúa.
Bajo el puente sigo al río / ratas
y escarabajos / combis y una muchedumbre tácita
no se puede contar la corriente avanza
no hay burbujas en el flujo / tus labios
están delante
“Vamos”. No
es posible esperar / las piernas se adelantan y duelen
sobre tu repentina sombra.
En Lima no llueve aunque julio / pica la garganta
de gases imposibles y agua
destilada en el pecho
tu voz está encerrada en la dimensión didáctica
tus labios rojos y un lunar muriendo en una grieta
detrás de la sombra de esa voz está mi aprendizaje
avanzo / avanzo / “no te atrases”
y yo no puedo caminar.
Mi cuerpo va más allá de mis pasos / y queda
en la bruma matutina un rápido perfume
tus ojos ríen altos
yo me agacho con el cuerpo atado.
Las letras de tu carta me llegan de un julio no visto
no son posibles diez años para volver al amor
las luces se han cerrado en la puerta del edificio:
“¿subes?”
yo no asciendo con el alma tan debajo del polvo
las escaleras están de tu parte / van subiendo
con nuestros cuerpos a cuestas
nuestras carnes devotas al ámbito se percuden de óxido
y memoria
en tu cuerpo no es posible el amor, me digo
y mi respiración cesa antes que la mente.
Tus cabellos negros oscurecen el humo
y lejos del edificio enmohecido se aleja la luz
flujo de nuestros cuerpos desconocidos.
Allá, arriba / yo, acá abajo / no te he visto salir
el dormitorio es largo y estrecho / no hay nadie arriba más que tu voz
blanca y densa como tu color
al oído la sombra echa distintos tipos de argumentos
tú nunca respondes preguntas directas
al aire de plena estación.
Una carta no es excusa suficiente para el tiempo en un charco
de la Alfonso Ugarte ni / dos pueden recordar
lo que sonó en el oído y besó en dos palmas
los cabellos que susurraron en una frente.
Una carta longa / unas líneas, longa / desde el futuro avanza a mí
yo me detengo / tatuado de espacio /
inflado de Lima el pulmón duro
aprendí de tus ojos la mirada desnuda e imposible
de tus manos el tacto así de lejano / la boca envenenada de labios
sentimiento de espesa prolongación
avenidas y julio / una carta que nunca llega / voz de diez años
yo regreso reprobado
me enseñaste a equivocar en mi mapa el lugar de mi cuerpo
tras un papel que nos encripta
a la lectura de ningún dios.
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jueves, 19 de mayo de 2011
CONTRA NATURA de Rodolfo Hinostroza: edición conmemorativa por los 40 años de publicación
La editorial Lustra nos ha hecho llegar la carátula de la edición especial que han preparado para conmemorar los 40 años de publicación de uno de los poemarios mas importantes para las letras peruanas: Contra natura de Rodolfo Hinostroza. Lo novedoso es que esta edición se hará de un tiraje especial a ultra lujo, numerada y firmada por el autor. Además, y como si fuera poco, la entrega de los 70 ejemplares numerados se realizará en una reunión con el mismísimo poeta Rodolfo Hinostroza.
El correo de la editorial es duque_de_queda@hotmail.com. Y nos informan que solo quedan 7 ejemplares.
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viernes, 29 de abril de 2011
Roger Santivañez: Poemas inéditos
El poeta Roger Santiváñez nació en Piura, costa norte del Perú. En 2010 salió en España su libro ‘Amaranth precedido de Amastris’ bajo el sello Amargord de Madrid. Este año aparecerá en Lima la edición peruana de ‘Amaranth’ con Tranvía Editores, así como ‘Roberts Pool Crepúsculos’ por Ediciones Hipocampo. Actualmente es profesor de español avanzado en Temple University, Filadelfia. Estos poemas pertenecen a una nueva colección en proceso de escritura.
SEMPER AMAT
1
Perfectas son las piernas de la ninfa en short
Sobre el césped redondea el mundo de un oro
Más dulce que cualquier canción de amor
El cielo enlaza nubes a la azul rutilante
Precocidad asume que el verano se pro
Longa en su cintura ice-cream & en el
Borde de los muslos flota un agua purísima
Los chiquillos le ponían los cabellos en la
Frente mientras uno a uno la punteaban
Ligeros jugueteando en el fondo del jardín
& ella sonreía a mi visión llena de jacintos
La grama más clara hacia el atardecer
Perfume inadvertido del jardín lejano
Ritmo impreso en el morir del día con
La fronda al compás del aire refrescando
2
El pequeño bosque rodea la piscina
Su verdor me alcanza con augusta
Brisa sáfica briza el tapiz ex
Tenso donde fulgen tus doradas formas
Apenas cubiertas por inusitados aires
Núbiles preñándote de ausencia del
Arbol desconocido brotaron los frutales se
Escucharon los arpegios más lindos previos
Al silencio total que viene con la noche
El tiempo sucumbe ante los rápidos vanitas
Más celeste que las propias aguas intranquilas
Donde busco el enigma de un día de dolor
Para sondear la densa liquidez & sentir
La refrescante tibieza helada de una
Belleza chiquita & calatita deshaciéndose
3
Memoria del almendro en mi jardín
Su sombra todavía me enternece si
Escribo del verano adolescente para
Qué las hojas caen sobre el pasto
Se vuelven amarillas muertas cómo
Suenan si camino sobre ellas plash
Plash & el mundo está nítido a esa
Hora perfecta vientos del desierto lau
Reles de Vice al final de la civilizada
Vía cerca del mar el insólito balneario
Brisa que alegra los flamencos a lo lejos
Hacen línea al fondo en la orilla de
La isla perfume de caballa frita
& el sol que se prende en tus pe
Zones dorados no me queda sino
El dibujo bajo la lycra
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viernes, 8 de abril de 2011
Poemas de Teresa Cabrera: Sueño de pez o neblina
Presentamos en el remozado blog ¡Oh, palabras vírgenes! algunos poemas de la estupenda poeta Teresa Cabrera (1981) tomados de su reciente primer libro Sueño de pez o neblina(Álbum del Universo Bakterial, 2010). Uno de los mejores proyectos que he podido leer de la poesía peruana reciente.
bautismo
mi nombre dibujé con tiza
con un pedazo de carbón sobre la piedra
sobre la losa deportiva mi nombre
que vino entre cucharadas de té
esperpentos de hierba
que mi madre inhalaba con la toalla percudida
en la cabeza y el mentol chino
picando las espuelas
en sus sienes mi nombre
nunca tallado en el árbol enlazado al de la doncella
sin huerto ni saber alguno
apenas la triste fracción de este budín,
pan viejo y rancio
remojado
con el cucharón restriego el fondo carcomido de la cacerola
con su tizne dibujo mi nombre en el plato
con hastío
hasta un poco de boldo al tiempo dura agua
no el gargüero sería
hilo de sangre en medio de una carraspera
vino a mi madre este nombre
que he dibujado con un pedazo de tiza
un pedazo de carbón que se hace amargo cisco
en mi boca
mientras le estampan el sello
le dejan entre un montón de papeles
y a mi me salpican cal
y un poco de agua bendita.
la mota de polvo sobre los muebles
y tableros
ha aguardado todo el día para iniciar su procesión
y ahora, mientras duermes
baja hasta el parqué a revolcarse en silencio
una vez convertida en húmeda pelusa, se desliza
hasta devenir en contubernio
y rodar hacia la cama
para encaramarse entre tu bofe de durmiente
de donde yo escucho su hilillo rastrero silbar
las agujas fosforescentes del reloj
son guadañas
así iluminadas para que quien abra los ojos
en la oscuridad
sepa en qué extremo de la hilera discurre
su engañada vigilia
y espere con paciencia
pero yo no estoy entrenada en la paciencia
este es el momento en que me siento pobre
apenas capaz de aguardar con terror
el retorcimiento malévolo de los ácaros
que celebran tu siguiente acceso de tos
y la impotencia de mi amor
que se me acaba en tocar tu pijama de franela
queriendo ser menta
o hervor de eucalipto
un entrevero de hierbas que te limpie el pecho
y haga benéfico tu sueño,
luminoso tu alveolo.
la loma se dibuja lentamente en línea de horizonte
hasta ser un animal-pez crispado que se acerca
y se retuerce falto de aire
desplazando los azules del albor
haciéndome pariente y carne con la arena
denso instante en que es el moscardón
ave perfecta en las orejas
y el limpio rastro en que amor se troca
es comprarte el pan en la mañana
sin aroma de pradera ninguno
o azahares en medio de jardín en san isidro
sino el sol como un planeta que viniera
que se expande y ondula
sobre los tajos en la arena
de los que nace la ciudad
aquí en lomo de corvina.
Miras al frente y hablas
sin notar cómo la pista es un rastro de carbón
que se resiste a la superficie
como pez herido por anzuelo
o que en grueso cerco se torna el médano,
y muda su humor de bestia que silba
y cría vapores y cascajos
bajo su pelambre sembrado de palos, prójimos y perros
- que ahora no vemos
no es largo el camino de regreso
mas holgado nido para el pensamiento,
que pronto es veloz hilo de bayeta que se enreda
y se hace nudos
era neblina -me dices
pero yo no me conformo
prefiero escribirla:
con algo más de seso
no sería difícil torcer una inocente neblina de marzo
para que se avenga a mi sospecha
hasta hacerla metáfora
o pendiente que describa mi rezago.
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Teresa Cabrera
jueves, 24 de febrero de 2011
Entrevista con Renato Sandoval: "En principio, no hay una sino muchas literaturas latinoamericanas"
Reproducimos la entrevista al poeta Renato Sandoval que le realizó la revista BABYLON de la aerolínea AirFrance sobre el actual premio nobel de literatura peruano Mario Vargas Llosa y sobre otros ganadores de dicho premio.
1.¿Cree que, en general, en Latinoamérica se peca de un excesivo provincianismo a la hora de valorar el Premio Nobel, que en algunos casos se convierte en una cuestión de Estado y se celebra o se critica con gran vehemencia?
Yo creo que eso pasa no solo aquí sino en otras partes del mundo, tanto en lo literario como en cualquier otra actividad. Sin ir más lejos, ahí están las innumerables críticas en España contra la reciente concesión a Lionel Messi del premio al mejor jugador del mundo, un jugador como no lo hay en este planeta. Sin embargo, muchos españoles -que sin duda adoran a Messi- han puesto el grito en el cielo porque no se lo dieron a Xavi o Iniesta, compatriotas suyos. ¿No es eso también “provincialismo”?
2.¿En qué medida ha podido influir la ausencia de traducciones o buenas traducciones de algunos autores latinoamericanos a la hora de lograr el Premio Nobel de Literatura? ¿Puede ser éste el caso de César Vallejo o Juan Carlos Onetti? ¿Conoce más ejemplos de este tipo? ¿Cree que hay autores latinoamericanos cuyo valor y calidad literaria sólo se puede valorar leyéndolos en español?
Lo de poder leer a un autor en el original es, obviamente, lo ideal. Pero, aparte de los que escriben en las lenguas mayoritarias, ¿cuántos de ellos están traducidos al sueco o, en todo caso al inglés, francés, italiano o alemán, que son los idiomas que maneja el 90% de los que conforman el Comité Nobel. Ha tenido que pasar casi un siglo para que por fin se premiara a un autor en portugués (Saramago) o en árabe (Mahfuz). ¿Y para cuándo los de las dos mil otras lenguas que tienen escritura? Más realista es decir que el Nobel es un premio “local” con pretensiones de universalidad.
3. ¿Cree que la literatura latinoamericana, en general, tiene una vocación universal, o está demasiado encerrada en sus circunstancias temáticas o lingüísticas? ¿En qué medida puede influir la universalidad de un autor o una obra a la hora de obtener un galardón como el Nobel?
En principio, no hay una sino muchas literaturas latinoamericanas, casi tantas como escritores existen. Su mayor o menor universalidad, más allá de los temas o de las formas, dependerá de su indagación en lo humano, de su capacidad para dar cuenta de su entorno, de explorar con urgencia y con imaginación las pulsiones de la vida, de ampliar la visión que se tiene de la existencia, de sacudir nuestras conciencias embotadas por egocentrismo, la indiferencia o la pusilanimidad. En América Latina, para suerte de todos, tenemos autores de altísima talla, a los que anualmente muy bien se les podría conceder un Nobel, y sin tener que rotar de continente.
4. Observando, en general, la trayectoria de los Premios Nobel de Literatura, ¿puede decirse que los galardonados son en cierto modo ‘populares’, sencillos? ¿los escritores difíciles, oscuros, suelen quedarse fuera? ¿Cree que existe algún escritor latinoamericano que por esta causa, por su dificultad o introspección, no haya obtenido el Nobel?
Me parece que en la historia del Nobel ha habido de todo un poco: los populares (García Márquez, Neruda, Vargas Llosa), los herméticos (Eliot, Montale, Quasimodo), los filosóficos (Sartre, Russell), los aventureros (Kipling, Hemingway), los políticos (Pinter, Fo, Kertesz), los “desconocidos” (Szymborska, Gao Xingjian), los líricos (Elytis, Seferis, Sain-John Perse), entre otros. Pero lo cierto es que no abundan premiados de, por ejemplo, estilo barroco, acaso por su gran dificultad para ser traducidos. Los ejemplos más saltantes son los cubanos José Lezama Lima y Alejo Carpentier, y, en el caso de la lengua portuguesa, el del brasileño João Guimarães Rosa, con su maravillosa novela Grande sertão: Veredas, que para mí es a la vez el Quijote y el Fausto del siglo XX.
5. ¿Cree que en la literatura latinoamericana ha habido la suficiente diversidad literaria, más allá de los diferentes grupos y corrientes (como el ‘boom’), como para que varios escritores más hubieran ganado el Premio Nobel de forma autónoma?
De hecho que ha habido y que aún hay dicha diversidad, por cierto aún no debidamente conocida ni reconocida. Quedarían aún tantos autores por considerar, como por ejemplo Ernesto Sábato (que el próximo junio cumple ¡100 años!, y que de alguna manera es nuestro Dostoievski), si bien en Argentina, su país natal, hay muchos que no lo favorecen. De los que ya se fueron, inevitable pensar en Rulfo (pese a su enorme discreción y timidez), Onetti, Cortázar, Mujica Láynez, los ya mencionados Lezama Lima y Carpentier, Bioy Casares y, por cierto, Borges, quien solía decir que siempre vivía a la víspera de ganar el Nobel.
6. ¿Se ha zanjado, desde el punto de vista del propio galardón, una época de la literatura latinoamericana con el Premio Nobel a Vargas Llosa? ¿La candidatura de Carlos Fuentes perderá importancia a partir de ahora?
Si con saldar una época de la literatura latinoamericana se refiere a haber cumplido ya con el Boom (al que pertenecieron Cortázar, García Márquez, Vargas Llosa, Donoso), es posible que la importancia de Fuentes en función de ese Premio se relativice. Para mí lo que sería especialmente interesante es que, si seguimos siempre con el Nobel, es que se abriera una subcategoría para premiar a los grandes autores ya fallecidos. Con ello, no solo se haría justicia póstuma con los verdaderos grandes (Tolstoi, Proust, Kafka…), sino que además se apaciguarían las aguas (aunque no sé para qué). En ese mismo rubro, en el Perú, sin vacilación alguna, el premio iría para los poetas César Vallejo y Martín Adán, y para el novelista José María Arguedas, cuyo centenario se celebra este 2011,
7. ¿Quiénes son los “antiguos” escritores y poetas latinoamericanos que aún quedan con opciones de ganar el Nobel? ¿quiénes serán los candidatos del futuro, los renovadores?
De los “nobelables”, siguen en cartelera el mexicano Carlos Fuentes, el nicaragüense Ernesto Cardenal, los chilenos Nicanor Parra y Gonzalo Rojas, y algunos más. Yo, sin embargo, entre los menos conocidos, se lo concedería sin ninguna duda al argentino Héctor Tizón, natural de la andina Jujuy, quien tiene cuentos y novelas magistrales como por ejemplo Fuego en Casabindo, que está a la altura de Pedro Páramo de Juan Rulfo, lo que no es poco decir.
8. ¿Cuál es su visión general y opinión personal sobre el Premio Nobel de Literatura en su relación con América Latina?
Si bien el Premio Nobel es el galardón más importante y prestigioso de la humanidad, no me parece, en parte por las razones ya mencionadas, que sea ni infalible ni representativo; de ahí que encuentre inútil, chocante y hasta de mal gusto hacer anticampañas contra los que lo han recibido (ahora mismo hay una muy fuerte contra Vargas Llosa) o campañas a muerte a favor de otros, sobre todo en razón de la lengua o la nacionalidad. A mí lo que me importa es que el ganador -siempre hablando del Nobel- sea en verdad el dueño de una obra estupenda, de gran calidad y que tenga visos de durar en el curso del tiempo por causa de sus cualidades artísticas. Todo lo demás (idioma, opción política, lugar y fecha de nacimiento), no tienen la menor importancia.
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